CODASUR. Lio Gordo

| sábado, 17 de marzo de 2007
"Si queremos hacer un buen papel, debemos asociarnos a los mejores. Por eso tomamos la determinación de contactarnos con Federico Villagra. Tantos años en esto y estaba seguro. Al rato falló la computadora del auto en la sesión de reconocimiento y entrenamientos oficiales y el equipo de Villagra la tuvo que cambiar. Ya estaba de mal humor, porque me asignaron una habitación en un hotel, que prefiero no calificarlo. No es cuestión de engreimientos ni poses. Simplemente necesitamos un buen descanso para competir. No tienen consideración alguna que nosotros arriesgamos las vidas. Nos preocupamos inclusive en contratar a Roberto Doloso, un navegante argentino de amplia experiencia. Así son los fierros. Ahora a mirar el futuro y suerte que tendré la oportunidad de desquitarme y cobrarme la revancha. No defraudaré a mis patrocinadores", han sido las palabras de Ricardo Dasso tras su abandono tempranero en la primera fecha del Codasur.

3 comentarios:

Chinoto dijo...

no entendi quien no tiene consideracion por el gordo, a quien o quienes se refiere que le dieron un cuarto de mierda...

Luchon dijo...

que pena por el, relemnte es una persona que sigue esforzanose para lograr algo mas nivel internacional, deja de correr aca para orientar sus uspicios en cubrir el lugar dejado por T Pardo en el Codasur. pero esto debe servirle de eperiencia, aun hay muchos que estn dispuestos a tratar como cholitos a los extranjeros en ese pais. Si tal vez se hubira apellidado Perez Compaq y no un ilustre desconocido en Argentina, de apllido Dasso y encima peruano, lo hubieran tratado como se debe a alguien que les pg por tener un auto para COMPETIR, no para calentar el asiento y solo buscar de estar alli.El Gordo tiene mucho amor propio suerte en el futuro, Luchon

Mauricio dijo...

ya pagó el precio, ahora pa la sgte que el gordo vaya con otra actitud, quien paga x un servicio tiene todo el derecho de exigir q se cumpla tal cual lo pactado.
la única fórmula es cambio de mentalidad.
es el maldito talón de aquiles de los peruanos: no reclamamos.
Mauricio