BLOG. Un regreso con aroma a flores

Hubiera deseado que mi recuentro con el blog sea más afortunado. No sé, tal vez unas fotitos de las vacaciones, unos chistecitos o por qué no una rima que escribí en el avión en el boleto de embarque. Sin embargo el destino me ha puesto en el teclado el primer tema para este esperado -por mí- reencuentro. Al promediar las diez de la mañana hoy martes, tuve una extensa conversación telefónica con un Comandante -cuyo nombre mantendré en reserva porque se portó de manera gentil y muy didáctica- de la división de Delitos Informáticos de la Policía Nacional del Perú referente a la denuncia interpuesta por el señor Ricardo Flores Chipoco. ¿Ah? Si señores. Riflo -Presidente del Automóvil Club Peruano, Vicepresidente de la Federación Peruana de Automovilísmo Deportivo y ganador categórico de nuestra encuesta de candidatos de Caminos del Inca- me ha denunciado aduciendo que muchos de los comentarios de varios anónimos lo ofenden –lo cual es bastante subjetivo puesto que lo que ofende a uno no obligadamente ofende a otro-. Ojo, según entendí, la denuncia no es sobre mis artículos, sino a mi función de moderador. Como entenderán para mi todo esto era demasiada información para antes del desayuno. De arranque no sabía que existía una división de Delitos Informáticos en la PNP -bacán!- y por último tras la llamada destemplada que me hiciera días después de Caminos del Inca yo no había vuelto a oír noticias de Ricardo Flores. Es más, de él hace tiempo no se habla por acá. Sin embargo lo ¿real? era que había una denuncia contra mi persona. El Comandante -quien día a día trabaja en una división encargada de velar la tranquilidad de la ciudadanía ante delitos como clonaciones de tarjetas y pornografía infantil- durante los más de diez minutos que hablamos fue bastante didáctico y comprensible. Por momentos y esto dicho desde una perspectiva muy personal, sentí que el tema no le apasionaba mucho. Y es que vamos entre pelear contra una banda de clonadores de tarjetas y hablar con fono con un periodista por su blog, es evidente entender que la adrenalina no es la misma. Al final quedamos en ver la posibilidad de realizar una conciliación con Ricardo Flores -él, yo y el Comandante- para llegar a un final feliz. Por iniciativa propia le dije que no tenía objeciones de acercarme a la Dinincri para reunirnos los tres. Tras la conversa varias ideas me quedaron dando botecitos en la cabeza. La primera fue el sentirme, dentro de todo, sosegado por un Comandante de la PNP que más allá de asustarme fue por demás compresivo -tal vez, incluso, más que mi papá cuando choqué el auto en los días de cole-. La segunda era que necesitaba un abogado -ya tengo uno pero si alguno de ustedes se ofrece a engrosar mi departamento legal a cambio de mi cariño serán más que bienvenidos- para no dejarme sorprender. La tercera más allá de una conclusión fue una imagen. Así recordé cuando en el 2004 Ricardo Flores mudó, por los días de Navidad, una entrevista que teníamos a una casa donde se realizaba una fiesta a todo meter. Mi memoria refrescó como llegué aquel viernes al ACP y una camioneta -de esas que abren la ruta en los rallies- me dejó en una residencia de Chacarilla donde Riflo me esperaba para presentarme a varios generales, cuyos nombres no recuerdo, que celebran la llegada del nuevo año por adelantado. Cuarto, otra vez en calidad de imagen, recordaba la llamada de un amigo que me decía que parecía que yo vivía para hacerle daño al ACP y a Riflo. En aquel momento le dije que dada la coyuntura, Caminos del Inca, el tema estaba en el tapete, sin embargo que no era nada personal, él me decía que así parecía. Hoy meses después, a semanas de la primera prueba del ACP, todo hace indicar que el que tiene algo personal no soy yo. Según entendí en caso que no se llegará a una conciliación con Ricardo esto podría devenir en un proceso judicial. Pasu. Lo cierto es que desde aquella llamada hasta este momento he hablado con varias personas de las cuales tres son abogados los cuales me han dicho que si en verdad esto fuera una denuncia no habría habido la llamada de la autoridad sino un citatorio. En verdad no lo sé. Me descubro neófito y ante eso no me queda otra cosa que investigar y seguir entrevistándome con abogados así como especialistas informáticos. Antes de ir a una conciliación quiero saber del tema. Me parece sorprendente, y hasta cierto punto halagador, que una división encargada, según la propia web del Mininter, se preocupe de mi cuando entre sus principales logros destacan, en los últimos meses, la desarticulación de 11 organizaciones dedicadas a la clonación de tarjetas y una banda dedicada a la alteración de base de datos para incrementar falsos créditos o registrar falsos pagos. Quiero ir a conciliar pero aún no sé si es lo correcto. Dado que el señor Flores es abogado me parece injusto que vaya a la reunión, aún “sin pactar” yo ignorante. Así no me queda otra que enterarme más de todo esto. Para ello tengo entrevistas pactadas que van desde el colegio de periodistas hasta mi vecino que estudia derecho. Me hubiera gustado que mi primer post no hubiera sido sobre un suceso ajeno de los autos. Pero así es esta vida del blog no siempre uno puede hacer lo que se quiere. Un llamado: abogados a mí.