RIMAS y ARRIMONES XIV

Que metan los fantasmas al foso,
ahora que ha perdido el buen Pozzo,
que los chilenos abran su corazón,
para adoptar al buen Ramón.

Si bien nunca le han hecho daño,
lo cierto es que en todo el año,
no ha sido muy bien tratado,
y más parecía un hijito adoptado.

Ahora Ramón ha ganado en Viña,
tras imponerse en una buena riña,
dejando en claro que el argentino,
no tiene la acusada letalidad de asesino.

¿Reconocerán los vecinos chilenos,
que el peruano es uno de los buenos?,
o acaso seguirán estando bizcos,
porque es del país de los buenos piscos.

¿Comenzarán a reconocer su calidad,
o seguirán con aquella necesidad,
de hacerse siempre los distraídos,
pese a los triunfos conseguidos?.

¿Dónde quedo el sentimiento latinoamericano?,
aquel que pide cariño para los hermanos,
ese que obliga a querer a los peruanos,
aunque no nos quieran ni atados de manos.

¿Que más quieren para querer a Ramón?,
¿acaso que les regalemos una tonelada de limón
para que puedan hacer un brebaje decente,
con aquel pisco que parece aguardiente?.

¿Qué quieren para encamotar al nuestro?,
que hablemos con un brujo siniestro,
para que vaya a tierra sureña,
y recupere el suspiro a la limeña.

No sean tan tacaños de afectos,
o vecinos de altos intelectos,
déjense de ser tan mezquinos,
y comiencen a descorchar los vinos.

Que saquen los Casillero del Diablo,
para demostrar que puras tonteras hablo,
que sirvan las copas de manera generosa,
para celebrar con una borrachera honrosa.

Celebra chileno este triunfo hermano,
no importa que el que ganó sea peruano,
olvídense si este año la amistad fue rota,
total, eso no importa ahora que tenemos la copa.