Dakar. Entrevista a Carlos Sainz

| lunes, 8 de enero de 2007
ENTREVISTA PUBLICADA EN EL DIARIO MARCA DE ESPAÑA. El bicampeón mundial de rallies ha encontrado en el Dakar un nuevo reto deportivo y humano que le ha hecho enamorarse de esta carrera. El ex campeón mundial de rallies vive una nueva aventura en África. "Cuando estás en África ves lo equivocado de nuestro orden de prioridades en la vida", señala Sainz.

¿Qué tiene la arena que crea tanta adicción?
La arena en sí nada. Lo que tiene el Dakar es que es una prueba automovilística que es un gran reto deportivo.

Pero debe de ser como una droga porque todos repiten.
Pues como hacer un triatlón, un Ironman... ¿Porque la gente se engancha tanto? No lo sé. En mi caso, a quién le gusta el motor, una prueba como el Dakar es un reto completo y difícil de encontrar.

¿El Dakar tiene sentido? Lo digo porque siempre pasa algo y todo se viene encima. Cualquier cosa que pasa en el Dakar se magnifica, pero creo que es una de las grandes competiciones en el mundo del motor.

¿Qué le recorre por el cuerpo cuando se queda perdido en medio de la nada?
Bueno, perdido no, pero cuando se te estropea algo y esperas cuatro o cinco horas es un desastre. Y te das cuenta que todo el esfuerzo no vale de nada en un instante.

¿Qué es lo peor que se puede encontrar en el desierto?
Te puedes encontrar cualquier cosa. Mejor no pensarlo.

¿Trae jamón como todos los españoles?
Se me olvidó en el último momento pero lo tenía preparado al vacío. Ahora, a Portugal me han traído un poco unos amigos.

¿Qué es lo más raro que lleva en la maleta?
Pues lo que voy a desayunar. He metido papillas que desayunaban mis hijos de pequeños de ocho cereales con miel. Desayunaré cada día esas papillas.

¿Qué es lo que más se echa de menos?
Una cama.

¿Sólo?
Y estar tanto tiempo sin ver a mis hijos y mi familia.

¿Renunciaría a ganar con tal de ayudar a alguien?
Por supuesto.

¿Le salen muchos callos cuando tiene que cavar?
Sí, porque a veces pasas bastantes horas con la pala y son muchos días seguidos.

¿La gente en la calle se pregunta cómo hace sus necesidades?
Pues como todo el mundo se piensa. Llevamos unas toallitas húmedas y cada uno se las apaña cómo puede y dónde puede.

¿Ver tanta precariedad le da ganas de llorar?
La verdad es que hasta que no vas a África no te das cuenta de lo importante que son todas estas ONG. Toda la ayuda es siempre poca.

¿Se acuerda de sus hijos al ver tanto niño sin nada?
Sí, te das cuenta de que muchas veces tenemos un orden de prioridades muy equivocado.

¿Es más difícil hacer una etapa maratón o montar la tienda?
La tienda. Llegas destrozado lo que menos te apetece es tener que montar la tienda. Pero es peor desmontarla.

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