RIMAS Y ARRIMONES (VII)

Últimamente tras las comentadas exclusiones,
se generan entre pilotos discusiones,
así todo se convierte en un gran maleficio,
porque la Fepad no actúa nunca de oficio,

¿Por qué esperar que se vayan quejando,
para que los que reclaman salgan ganando?
¿por qué las autoridades no evitan los roces,
y excluyen ellos sin hacerse los monses?.

Cuando la falla es flagrante
en lugar del reclamo indignante,
se debe actuar de maneras automáticas,
y olvidarse de las acciones románticas.

Mientras el sistema obligue a las tripulaciones,
ser las que presenten los pedidos de exclusiones,
el ambiente se seguirá polarizando,
y más grupos se estarán formando.

¿Por qué obligar que los pilotos sean los malos?,
¿por qué hacer que entre ellos se agarren a palos?,
que los de arriba no se olvidan de hacer amigos,
y tienen el valor de decir: oe están excluidos.

Por qué esperar que las fallas sean denunciadas,
por qué simplemente no son anotadas,
por qué llevar todo al canal confrontacional,
donde al final todo parece más personal.

Que la responsabilidad recaiga en los comisarios,
que se ensucien las manos y se hagan necesarios,
que no se preocupen si lo que hacen es anormal,
total ya a casi todos les caen igual de mal.