COLUMNA. No me encierren.

Rapidito nomás porque estoy con sueño. Según me informan tras el artículo publicado meses atrás sobre la negativa de un representativo grupo de pilotos de la TIN de participar en el Rally Palpa por no confiar en el ACP, el club de San Isidro esta haciendo desfilar a los pilotos por la institución para que –con grabadora en ristre- preguntarles si ellos le declararon a este mal elemento (leáse yo) que no corrían porque no les gustaba el club. Todos los volantes hasta el momento han dicho que no ha sido así puesto que saben que corren el riesgo de ser sancionados por la absurda normativa de la Fepad que prohíbe a los pilotos peruanos declarar a su antojo (algo inaudito). Ante esto tengo información que el Club estaría diciendo que dado que no ningún piloto ha rectificado lo expresado por publicación, el ACP estaría estudiando la posibilidad de enjuiciar a mi revista querida y a este humilde redactor que tendría que vender sus dos libretitas Loro y cinco lapiceros Novo para pagar la reparación Civil. ¿Será acaso este el final de la prometedora carrera de este indefenso redactor?, ¿habrá llegado mi fin en manos de una directiva desalmada?, ¿se darán el gusto de ver mi regordeta contextura saliendo de la carceleta del Palacio de Justicia tapándome la cara con mi frazada de tigres de bengala?, ¿acaso seguiré este año Caminos del Inca desde el frío cemento de una celda comentando el paso de los autos por Curahuasi con el Negro Taladro?. No estimados. Naca la pirinaca queridos compatriotas. Pese a que han hecho ya publicas sus intenciones los monarcas del ACP, la ley me ampara (¡Gracias a esta tierra generosa que fructifica nuestro pan!).

De arranque nomás. Las declaraciones de los pilotos si existieron y fueron ocho cuyos nombres no puedo revelar ante el pedido expreso de ellos que se acogieron al derecho periodístico de Confidencialidad de las Fuentes (que significa que el periodista puede mantener en reserva a sus informantes cuando corren riesgos…en caso era la sanción). Sin embargo pese a la promesa revelaré sus nombres parafraseando al maestro León Greco en su mega éxito Los Orozco: “Yo los conozco, son ocho los monos: Pocho, Toto, Cholo, Tom, Moncho, Rodolfo, Otto, Pololo. /Yo pongo los votos sólo por Rodolfo, los otros son locos, yo los conozco, no los soporto. / Stop. Stop”.

¿Más?. Bue. Si insisten. En el 2005 la SIP –Sociedad Interamericana de Prensa- realizó una conferencia sobre los riesgos de la Libertad de Prensa. En este evento el presidente del la SIP Alejandro Miró Quesada, de El Comercio, dijo que “muchas profesiones tienen el privilegio del secreto profesional, tales como los médicos, los abogados y los sacerdotes, sólo para nombrar algunas. Sin embargo nada es tan importante para fortalecer las democracias como el privilegio que yace en el proceso de búsqueda de la información entre el periodista y su fuente”. ¿Te gustó?. ¿Quieres más?. Pues ahí te va.

La declaración de Chapultepec adoptada por la conferencia hemisférica sobre libertad de expresión celebrada en México, D.F. el 11 de marzo de 1994 por todos los medios del continente expresa en su tercer principio: "Las autoridades deben estar legalmente obligadas a poner a disposición de los ciudadanos, en forma oportuna y equitativa, la información generada por el sector público. No podrá obligarse a ningún periodista a revelar sus fuentes de información”.

Ahora si eso aún no convence, por que la vida es corta y hace mucho frío por estos días, podemos ir a un librito llamado Constitución Política del Perú que en su Título I, de la Persona y la Sociedad, Capítulo I, Derechos Fundamentales de la Persona, recita en el articulo 2 inciso tres el derecho de todos los peruanos “a las libertades de información, opinión, expresión y difusión del pensamiento mediante la palabra oral o escrita o la imagen, por cualquier medio de comunicación social, sin previa autorización ni censura ni impedimento algunos, bajo las responsabilidades de ley. Los delitos cometidos por medio del libro, la prensa y demás medios de comunicación social se tipifican en el Código Penal y se juzgan en el fuero común. Es delito toda acción que suspende o clausura algún órgano de expresión o le impide circular libremente. Los derechos de informar y opinar comprenden los de fundar medios de comunicación”

He revisado el Título II del Código Penal, referente a los Delitos Contra el Honor, y ampay me salvo. No me pueden encerrar y no pes no hay forma que revele mis fuentes. En caso que sean intensos en su curiosidad y me lleven a los estrados (¡que emoción!... en el fondo soy un abogado frustado) no me quedará otra que decirles…nones!!!. Así estamos estimados. Con un juicio a la vista. No pasa nada. Relax max, serenos morenos, quietos prietos… si me meten a la jaula tendré más tiempo para este blog. Eso si…llevaré una extensión larga para mi laptop y un jabón con pitita para no pasar malos ratos en las duchas.