CDI. Partida Simbólica

A medida que uno se acercaba al centro el tráfico se iba espesando. Por ello cuando la cosa se puso insoportable, a falta de 5 cuadras, decidí caminar para llegar más rápido. Mientras lo hacía me di cuenta que el auto de Luis Muñoz, más conocido como El Centaurooooooo, estaba embotellado en el tráfico. Como era de esperar al final llegué a la plaza antes que él. Y es que –como sabe -no hay que ir muy ligerito para terminar por delante del buen Muñoz. Pero más allá a derrotar al Centauro –cabe resaltar en cerrada final- hubo algo que me dejó pensando: ¿No se supone que cuando los pilotos van por la calle regular deben respetar las reglas de tránsito?. Bajo esa lógica: no deberían estar siempre con arneses?. Puede ser incómodo pero reglas son reglas. Ni que se de cuenta un policía porque hace su agosto en el primer enlace. A las 11:15 los autos descansaban en el frontis de la Catedral y el Palacio de Gobierno mientras los pilotos departían en el Palacio Municipal. Mientras se espera la presencia de las tripulaciones Walter Villanueva e Yvan Arias –enfundados con sacos- narraban desde la Plaza y todos los aficionados los rodeaban. A las 11:40 salió la banda de Palacio de Gobierno, parece que Alan se dio cuenta que la cosa estaba monse por afuera- y comenzó a tocar marineras y huaynitos (huisquiti, huisquiti). El ambiente comenzaba a sazonarse pero los pilotos aún no aparecían. La plaza se seguía poblando y los fotógrafos, aburridos de tanta esperaba, comenzaba a gastar sus tomas en las cuatro anfitrionas que habían (¡es una vergüenza que en la prueba más tradicional del país haya tal escasez de mujeres!). 12:15 un bus de dos pisos, con el último descubierto, hace su aparición repleto de las niñas participantes en el Miss Teen 2006. Las hormonas se alborotan y los silbidos se amotinan hasta que alguien hace la traducción –sencilla- y descubre: Teen=Adolescente. De ahí el la deducción Adolescente=menor de edad. Por último la conclusión menor de edad=de 5 a 8 años de cárcel. Se acabo la diversión. Que sigan fotografiando a las cuatro anfitrionas nomás. A las 12:20 se abren las puertas del Palacio Municipal y las tripulaciones salen como si fueran alumnos yendo al recreo. Al fondo la banda comienza a sonar. Más marinera por favor. Detrás de los enmamelucados se divisa a Bradley. Lo intentamos entrevistar pero la banda toca con tanto furor –pareciera que les pagaran por decibeles- que quedamos para tener la conversa en algún otro momento. Ches. No se pudo. Gracias a Dios que no trabajo en un periódico pienso. En medio del laberinto un bus con alumnos del Colegio Trener llega a la Plaza. Es un grupo de 40 estudiantes, de quinto o cuarto de primaria, encabezados por la profesora de Historia que los había llevado para que aprecien la arquitectura de la Lima Colonial. Lindas intenciones pero todo se fue al cacho cuando los niños se quedaron pegados con los autos mientras la miraban con cara de “ya-perdiste”. Lo que vino después fueron las entrevistas, las fotos, las conversas y la camaradería previa a la prueba que hace sentir que todos son amigos hasta que el primero desenvaine. Riflo corre de lado a lado, las radios no se cansan de narrar por teléfono y los aficionados no se cansan de pedirme el lapicero prestado para que les firmen un autógrafo. Ok. Cambio y fuera esto se acabo. Me acercó donde Tito y le digo: “he jugado mi púber credibilidad en una victoria”. Se ríe y me dice: “haremos todo lo posible”. A dormir los pastores entonces.