Tuvo que ser en casa. En el marcó del GP de Monza, a la vuelta del centro de operaciones de Ferrari, Schum consiguió victoria 90 y ponerse a dos puntos del primer lugar gracias al abandono de Fernando Alonso (tras la avería del motor de su monoplaza cuando marchaba tercero). A falta de tres fechas para el final de la temporada el campeonato de Schum depende, exclusivamente, de él. Así los italianos han celebrado en grande por un buen rato hasta que el mismo Schumacher con el anunció de su retiro para el 2007 ha vuelto a instalar la pena en los hogares tanos. En el circuito la tarea estuvo sencilla para el alemán. Escoltó a Kimmi hasta la primera parada en boxes, donde aprovechó un buen reabastecimiento para salir como liebre. La estrella de la jornada sin embargo no fue Schum sino Robert Kubica (quién disputó el tercer GP de su vida) consiguió subirse al podio en la tercera casilla. "Una maravillosa victoria ante nuestros fans. Estar en el podio junto a Jean ha sido una sensación indescriptible. La carrera ha sido bastante clara. Esperábamos que Kimi entrara en boxes antes que nosotros y así ha sido. Todo ha ido según lo previsto. El momento más emocionante ha sido la última vuelta. Cuando pasé la bandera a cuadros dije por radio a todo el equipo lo que iba a anunciar y fue muy difícil mantener la emoción bajo control. Esta victoria es muy importante para ambos títulos. Nos hemos colocado líderes del campeonato de constructores y en cuanto al de pilotos ya no dependemos de la actuación de nuestros rivales”, admitió Michael al final de prueba. Minutos después, en la conferencia habitual de ganadores el alemán aún con el antiflama empapado de champagne anunció su retiro al final la temporada. Su reemplazante, en Ferrari, será Kimmi Raikkönen quién hoy lo escolto a la derecha en el podio de la prueba italiana. "Tarde o temprano sabía que iba a llegar este día y siento que este es el momento. La escudería tiene preparada una nueva función por lo que seguiré ligado al deporte. Siempre seré parte de la familia Ferrari. Cuando cruce la meta lo primero que hice fue comunicarme con equipo por la radio para anunciarle mi decisión. Ese fue un momento muy emotivo. No me falta nada. Dentro de poco mi futuro le pertenecerá a mi familia aunque por ahora lo primordial es este campeonato Lo mejor es irme en la cima”, admitió un emocionado Schumacher. Y si, mientras hablaba se le enrojecieron los ojos en más de una oportunidad. Se le veía triste. Por primera vez, en tantos años, se mostró más mortal que nunca.
F1. Schum gana en Monza y puso buena la cosa
Publicadas por
Daniel San Román
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domingo, 10 de setiembre de 2006
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